Trauma

Experiencias difíciles de diferentes tipos (ataques, accidentes, desastres naturales, violencia doméstica) pueden implicar un trauma (o conmoción) y generar problemas en nuestra vida diaria, mucho después de haberlos atravesado. La mera amenaza experimentada en ese momento dificulta que nuestro cerebro los procese como recuerdos, y siguen apareciendo fragmentos de ellos (tanto físicos como emocionales) en respuesta a desencadenantes (a veces no reconocidos). Las presentaciones más habituales son: 

TRASTORNO POR ESTRÉS POST-TRAUMÁTICO (TEPT)

En respuesta a un evento vivido con extremo miedo, puedes experimentar:

-Reexperimentar: flashbacks recurrentes e intrusivos del evento, con fuertes emociones (ira, miedo) y sensaciones físicas (sudor, latidos cardíacos acelerados). Las pesadillas y los terrores nocturnos también son comunes.

-Evitación: intentar evitar pensar o hablar sobre el evento, actividades, lugares y personas relacionadas con el mismo. Las personas pierden interés en las cosas que solían hacer y, a menudo, se sienten emocionalmente insensibles.

-Activación excesiva: sentirse constantemente "activado", incapaz de concentrarse, dormir mal y estar nervioso en respuesta a un ruido repentino.

Esto puede afectar seriamente el funcionamiento normal de las personas y sus relaciones.


TRAUMA COMPLEJO

Cuando la(s) experiencia(s) traumática(s) tiene(n) lugar a una edad temprana o de forma repetida, generalmente conduce a algunos de los problemas descritos anteriormente, junto con dificultades para confiar en los demás, dificultad para controlar las emociones, sentirse como si uno estuviera permanentemente dañado o sin valor, vergüenza intensa, síntomas disociativos (p. ej., sentirse espaciado, alejado del presente, regularmente "en piloto automático") o sentimientos suicidas regulares.


En algunas ocasiones, la situación traumática no implicó una amenaza para la vida, pero fue profundamente angustiosa, lo que provocó una gran mella en el concepto de sí mismo de alguien. Hablamos entonces de los "traumas de la pequeña T", que también deben abordarse para restablecer el sentido de autoestima.

En algunos casos, los recuerdos traumáticos conducen a miedos o fobias específicas (de elementos, situaciones o actividades). También hay evidencia de que algunos problemas de salud física a largo plazo (como el dolor crónico o la fatiga) están estrechamente relacionados con experiencias traumáticas anteriores en la vida, a menudo cuando han ocurrido antes.

La TCC centrada en el trauma y la EMDR han demostrado ser enfoques eficaces para estas dificultades. CFT también puede ser una adición útil cuando hay un fuerte elemento de vergüenza que impide que la persona trabaje en los recuerdos.


Puede que se identifique con uno o varios de los casos expuestos anteriormente. Pero tal vez su problema no se refleje del todo en la lista anterior. En cualquier caso, no dude en contactarme para discutirlo y ver cómo la terapia puede ayudar.

 

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